Participación política de los pueblos hacia la construcción de un nuevo Estado

Es de reconocer que la participación política es el derecho que tiene la ciudadanía de identificar, organizar y asumir aquellas actividades cuyo efecto o impacto debe concretarse en el mejoramiento de las condiciones de vida en los niveles local, regional y nacional, pero también la participación política es la oportunidad que hay para elegir y ser electo para el servicio a la comunidad. Según como se vea, la participación política debe tener algunas condiciones mínimas, especialmente en contextos multiétnicos, donde el ejercicio de la ciudadanía se debe entender sanamente tanto para el pueblo de pertenencia y para incidir en los asuntos del Estado de manera que la organización y el accionar de éste traiga beneficios concretos para el bienestar de las personas y de los pueblos. La participación de los pueblos se ubica con los medios, espacios, procedimientos y actores que la legalidad y la legitimidad permitan.

Para la construcción de un nuevo Estado según el modelo a seguir, es condición que la población en general y la ciudadanía cuenten con alta formación en derechos civiles y políticos con el objetivo de tener argumentos, dominio de alternativas de participación y conocer los puntos débiles que deberían mejorar para el ejercicio de la ciudadanía y el desarrollo de los pueblos. En el caso de los pueblos marginados, es necesario, dirigir y fomentar estrategias y acciones que se encaminen a la recuperación y fortalecimiento del funcionamiento de las organizaciones y de los elementos culturales propios que hagan posible la existencia como pueblo y la participación hacia la consecución de la representación en instancias políticas que capten la diversidad de culturas y pueblos para un proyecto político incluyente. Las organizaciones propias con vigor, cobertura y pensamiento democrático es posible que en las regiones con características particulares funcione la autonomía u otra alternativa de reconocimiento dentro de la organización del Estado. En condiciones precarias y de desigualdad, las instancias oficiales no ceden nada para la formación crítica y diferenciada de la ciudadanía para el ejercicio ciudadano en contextos multiétnicos y ante esta realidad, corresponde a las organizaciones y al liderazgo propio de los pueblos llevar a cabo acciones para la orientación del ejercicio de los derechos civiles y políticos. Son las organizaciones propias de los pueblos que pueden hacer posible la concreción de conceptos y prácticas para el servicio a la comunidad, orientar y promover alternativas de participación política.

La participación actual a través de partidos políticos tradicionales, merece de una evaluación crítica que permita reflejar el impacto del voto en los últimos 50 o 60 años, los puntos críticos de la participación que no sirve para la representación ciudadana y del pueblo y las estrategias posibles para operar en contextos de desigualdad y carente de recursos. Aquí es necesario conocer y dominar los indicadores de desarrollo económico y político cuando los pueblos ignorados no tienen participación y representación en la estructura del Estado. Hay que revisar experiencias que han vivido los pueblos en el quehacer de la política, tal el caso de las consultas populares y sus avances, estancamiento y retrocesos como también el caso de los famosos cabildos abiertos que estuvieron de moda en algún momento. El nuevo Estado tiene que ser incluyente, representativo de los pueblos, con visión plural y responsable de la justicia, la democracia y el desarrollo pleno.

Autor: Dr. Luis Javier Crisóstomo

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