Si hay algo sensible que trabajan las organizaciones locales que impulsan la visión o camino hacia el estado plurinacional (así en minúscula porque es palabra mayor que está en proceso), es el permanente deseo de dejar en las mentes de los jóvenes la necesidad de pensar en los cambios estructurales y socioeconómicos que necesita el país ante la realidad de miles de personas que sobreviven con los escasos servicios en materia de salud, de educación; o ante la situación que se agrava por la falta de oportunidad o de trabajo que obliga a la migración. Son solo algunos de los problemas que afectan a los más de 18 millones de guatemaltecos. Con ello, urge un nuevo pacto social que revise y proponga cambios que mejoren la vida de las y los guatemaltecos, pero ¿quiénes serán los responsables de hacerlo posible o real? este es pues el principal desafío que tienen los jóvenes en el actual escenario del proceso electoral 2023.

 

Lastimosamente el proceso electoral, opaca la buena intención de las organizaciones que están formando políticamente a los jóvenes en este proyecto nacional, pero que son soterradas ante el vendaval populista que se tiene en esta época electoral; sin embargo, hay que estar conscientes que lo que se muestra en la ‘plataforma’ de los partidos políticos son los clanes o dinastías familiares que están con la intención de apropiarse del voto ciudadano, especialmente en los distintos cargos públicos que requiere el funcionamiento institucional: la alcaldía, la diputación y la presidencia.

 

Lo difícil en este escenario es por quién votar. Se escucha a distintas organizaciones hablar sobre el ‘voto consciente’, el ‘voto responsable’, no vale la pena votar ‘nulo’…incluso se promueven foros por parte de la sociedad civil y algunas instituciones para conocer la propuesta de los candidatos a la alcaldía; los programas de televisión con los debates presidenciales, que, a buen oído y vista, es un rito de comunicación política de papeles aprendidos para un buen discurso y de buen maquillaje. Los expertos analizan posturas, palabras desde la psicología y comunicación. Es pues un ejercicio, que podría llamarse para este trimestre, de ‘rituales cívicos’.

 

 La escala de voracidad y de ansias de poder va mostrando poco a poco su intencionalidad ¿Cuáles serán los compromisos adquiridos en este marketing electoral? ¿Deudas y pagos con quién y para quién? ¿Hay mano blanca participando en este reparto? Hay un gran número de jóvenes que están participando de manera directa en los partidos políticos, que, con su buena intención, están deseando entrar en espacios de incidencia y cambio para el país; sin duda que hay algunos que están ya con ‘las malas mañas’ de la vieja política y que se imponen como ‘patrones’ en esta que ya ven como su finca. Lamentable.

 

¿Cómo decidir entonces el voto?
-Solo uno que otro partido plantea la urgencia de reformar el Estado; los demás no lo harán, porque eso significa entrar en debate con los que se consideran “los patrones” de esta ‘su finca’, el país. Estrategias las tienen de sobra, sobre todo para aprovechar la atomización social en la que está la sociedad: se juzga las ideas que buscan el bien común como trasnochadas, se propicia el libre mercado como alter ego de la libertad y el desarrollo personal.

 

– ¿Qué alternativas de oposición se vislumbran en este proceso electoral? ideologías ya no las hay, o serán muy pocas las luces que muestran en la campaña. Es poco probable que se vislumbren ‘frenos y contrapesos’ para orientar el rumbo de país con un trabajo que piense en las mayorías pobres y excluidas de este país.

 

– Un gran número de jóvenes empadronados, entre 18 a 35 años, tanto mujeres como hombres, serán los que cambiarán o decidirán el rumbo de país este 25 de junio; para ello, será importante conocer la planilla que integran los partidos políticos en la alcaldía municipal, porque donde más conocimiento se tiene es en la lista de candidatos a la presidencia, por lo menos en el uso de plataformas digitales: TikTok, Facebook, entre otras.

 

En el país hay personas preparadas, honestas y responsables que pueden involucrarse en cargos de servicio público. Sin embargo, la participación política no se agota en este ejercicio de elección y representatividad, también hay que involucrarse en los distintos espacios de organización y proyección que hay en la comunidad y/o a nivel regional: Se preparan nuevos cuadros que serán los que dibujarán un mejor rostro de país. De repente caminamos mejor como sociedad, de repente…